Si
has tenido alguna crisis migrañosa, seguro que no necesitas ninguna explicación
de lo que es, pero te interesará conocer el origen y sobretodo la solución
emocional que describo más adelante; para quienes han tenido la fortuna de no
haber padecido migraña les explico brevemente de lo que se trata.
La
migraña o hemicránea es un dolor agudo que se presenta normalmente en la mitad
de la cabeza, puede acompañarse de un aura, es decir, algunos síntomas que
aparecen antes del dolor en sí mismo y se mantienen a lo largo de los periodos
de crisis, estos síntomas son: fotofobia o alta sensibilidad a la luz, las
personas normalmente usan lentes solares o evitan lugares con mucha luz
artificial; náuseas o vómitos; hipersensibilidad auditiva, no toleran ruidos o
sonidos a alto volumen, incluso algún tipo de música o sonidos cotidianos
pueden resultar bastante molestos en una crisis y puede haber también una alta
sensibilidad a algunos aromas. Las crisis migrañosas pueden durar desde algunos
minutos hasta varios días, y suelen ser incapacitantes. Afecta entre el 12 y el
16% de la población general, siendo la mayor incidencia en las mujeres.
Existen
muchos factores que pueden desencadenar un dolor migrañoso, algunos de estos
elementos son de origen fisiológico y otros más bien de origen emocional; lo
más común es atribuirla al estrés o tensión nerviosa, sin embargo puede deberse
también a estreñimiento (al hacer un sobreesfuerzo para la defecación, los
pequeños vasos sanguíneos de la cabeza se contraen, lo que disminuye o
dificulta el flujo sanguíneo y aparece el dolor y los otros síntomas), disfunción
renal y retención de líquidos, ayuno prolongado, intolerancias o alergias a alimentos,
insatisfacción sexual o falta de orgasmos. Hablando de los componentes
emocionales asociados encontramos: resistencia ante el fluir de la vida, auto
crítica, invalidación de uno mismo y miedo.
Es
común asociar la migraña a la sensación de tener que controlarlo todo y buscar
siempre una solución, aunque paradójicamente no se tomen decisiones. Cuando el
origen de la migraña es el estrés, el pensamiento recurrente es “debo hallar
una solución con mis pensamientos”, es como si congestionáramos la cabeza de
intentos de solución a una problemática; cuando se presenta en fines de semana,
días de descanso, vacaciones u ocasiones con oportunidad de esparcimiento, la
idea que aparece es “no tengo derecho a la felicidad”; si se hace presente
durante los días previos a la menstruación, los mensajes del subconsciente son
“no me siento a la altura, no soy capaz, tengo demasiadas cosas qué hacer,
tengo miedo de quedar embarazada o debo ser muy eficaz en lo que hago” aquí el
problema de fondo es la desvalorización.
Como
podrás imaginar ahora, el primer paso hacia la solución emocional es encontrar
el origen del conflicto, luego buscar la solución más viable, siempre teniendo
en cuenta trabajar acerca del “control”; es fundamental aprender a reconocer y
aceptar el amor que existe incluso en decisiones que no han sido acertadas, en
las desvalorizaciones o en los miedos y también darnos la oportunidad de
apreciar que existen puntos de vista diferentes a los nuestros, así como
personas diferentes a nosotros; la solución está en tus manos y puede ser más
sencilla de lo que parece, recuerda que está bien pedir ayuda, ¡mereces vivir
plenamente y ser feliz!
¿Necesitas
ayuda?
Psicoterapeuta
y nutrióloga

No hay comentarios.:
Publicar un comentario